“El hecho de hacer esta co-producción con Cadena Tres, de México, nos va
a abrir muchas puertas, nos va a ayudar muchísimo. Yo estoy feliz,
estoy contenta, porque estoy comiendo mucho (risas)”. Foto cortesía
Televen
En 1992, Scarlet Ortiz se colocó la banda de Miss Sucre para participar en el Miss Venezuela. La corona quedó en manos de Milka Chulina, pero la experiencia le sirvió a Ortiz para replantearse su futuro.
Ahora, después de haber enriquecido su trayectoria con telenovelas tanto en Venezuela como México y Estados Unidos, esta bella mujer de 1,75 centímetros de alto, presta su rostro a Mariana Wilhelm, en la nueva co-producción de Televen y Cadena Tres, Dulce Amargo.
“Me llamó mucho la atención que fueran estas cuatro parejas y sus problemas, luego me entero que es basada en la serie chilena (Los Treinta), pero (al momento de interpretar al personaje) prefiero no condicionarme con lo que pueda ver, Iris Dubbs hace una adaptación y prefiero tomar lo que ella me está dando a la hora de leer el libreto”, contó la actriz durante la presentación a la prensa de la telenovela.
Trayectoria televisiva
Novelas como Llovizna (1997), Niña mimada (1998) y Mis tres hermanas (2000), le dieron fama en su tierra natal, mientras que Todos quieren con Marilyn (RCN, 2004), Amas de casa desesperadas (Univisión, 2008) y Rafaela (Televisa, 2011) le sirvieron como trampolín en otros países.
Ese reconocimiento en varios países de habla hispana la coloca en el lugar ideal para ser uno de los rostros de Dulce Amargo, una co-producción que, a través de un convenio con Telemundo, llegará a varios países latinoamericanos.
- ¿Cómo se siente al regresar a Venezuela en un rol protagónico?
- Me siento feliz, me siento contenta. Es una co-producción y me parece muy interesante y provechoso para nuestro país que las novelas venezolanas vuelvan a tener su sitial, el sitial que tuvieron alguna vez en el exterior, y siento que el hecho de hacer esta co-producción con Cadena Tres, de México, nos va a abrir muchas puertas, nos va a ayudar muchísimo. Yo estoy feliz, estoy contenta, porque estoy comiendo mucho (risas), mi arepa… veo El Ávila todos los días y estoy con mi familia, mi hija está acá, yo me la traje, y casualmente, gracias a Dios, a mi esposo le tocó un proyecto acá también.
- ¿Cómo ve que Venezuela se convierta en una plaza para actores extranjeros?
- Venezuela nunca ha dejado de ser una plaza para actores extranjeros, si echas un poquito hacia atrás, siempre hemos tenido actores extranjeros en nuestro reparto, no es ajeno. Ahora, que hayan más de lo normal, sí es algo novedoso. Pero me parece muy bien, porque el actor no tiene por qué tener fronteras, y a la hora del té a todos nos conviene, nos favorece. A mí me parece maravilloso las mezclas de las culturas, eso me encanta, es bueno de vez en cuando comer picante (risas). Yo no había trabajado ni con Erik (Hayser), ni con Juan Carlos (Martin), ni Alejandra (Ambrosi), y me siento feliz, son unos compañeros fabulosos.
Parejas en conflicto
En Dulce Amargo, Ortiz interpreta a Mariana. “Ella es una mujer bastante complicada, tiene un trabajo estresante y va a llegar un momento en su vida en donde va a tomar decisiones fuertes para ella y para su familia”, describe la actriz.
Para Ortiz, una de las mejores cosas que tiene la novela es el conflicto de cada pareja: la conformada por ella y Erik Hayser; la de Alejandra Sandoval y Juan Carlos García; la de Roxana Díaz y Juan Carlos Martin; y la de Alejandra Ambrosi y Carlos Guillermo Haydon. “El conflicto de estas parejas es cuando termina ese final feliz, el matrimonio, es como mirar un poquito más adelante y ver qué pasó con ese final feliz”.
Fuente: correo del caroni
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