El lunes Ruddy Rodríguez (Anaco, 1967) sumó 50 primaveras, pero a pesar de que cumplía años, fue al evento de lanzamiento de la campaña Actívate por los valores de la Fundación Camino a la Felicidad, de la que es embajadora desde 2002. A la presentación llegó vestida de blanco y con una sonrisa a flor de piel. Bailó tambor con un integrante del grupo Mano e’ Tambor. Sin embargo, en más de una ocasión, la emoción le aguó los ojos y le quebró la voz, pero no lloró, reseña El Universal.
¿Qué significa para usted participar en esta campaña y ser la embajadora de la Fundación Camino a la Felicidad?
-Una gran responsabilidad. Todos los venezolanos somos responsables de lo que nos está pasando y tenemos la responsabilidad de que las cosas mejoren, evolucionen. Tengo 15 años siendo embajadora del Camino de la Felicidad y esto para mí es un gran compromiso no solamente en Venezuela sino en otras partes del mundo. He tenido mucha aceptación en el campo artístico y en los medios y quise aportar mi grano de arena para que las futuras generaciones tengan un camino menos empedrado, menos difícil y en el libro que vamos a entregar a un millón de personas nos referimos a 21 preceptos que nos pueden ayudar a recordar quiénes somos y la fuerza que tenemos como seres humanos.
Hay estudios que dicen que los venezolanos se debaten entre la tristeza y la rabia, ¿cómo se combate eso?
-Tenemos que sacar el empuje de donde no lo tenemos y el deber de ayudar a reconstruir Venezuela y recobrar nuestra felicidad. Florecer y prosperar. Es un derecho que nos pertenece y nada ni nadie nos lo puede quitar.
Fuente: La Patilla
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