Para nadie es secreto que, culturalmente hablando, el venezolano vive y desvive por un espectáculo, y más si de concurso de belleza se refiere. Aunque para muchos, la calidad y regularidad de los mismos ha mermado debido a la situación actual del país, muchos son los que, casi de manera anónima, trabajan arduamente para mantener viva la ilusión del espectáculo; y que aún con vicisitudes, afrontan la crisis como una oportunidad de crecimiento y emprendimiento en nuestro país. Tal es el caso de Douglas Pérez, un maracayero de 42 años que ha dedicado la mitad de su vida a la producción y montaje de grandes y pequeños eventos en Venezuela; desde el más modesto y sencillo, hasta el más majestuoso y estrafalario como podrían ser los concursos locales de belleza en los que ha estado involucrado como principal productor, entre ellos los concursos regionales del Miss Venezuela, y los concursos Srta y Míster Deporte, Star Model, Gran Modelo Venezuela, por nombrar tan solo algunos.
Nota de prensa
Hoy Pérez celebra 20 años de trayectoria artística a través de la constancia, la creatividad, el empeño, la ilusión, la humildad y el ánimo que le ha impreso a cada evento que se circunscribe en un mundo tan cambiante y exigente como lo es el del espectáculo nacional.
“Somos una sociedad consumidora de entretenimiento, belleza y alegría. Es nuestra idiosincrasia. El espectáculo está desde la verbena de calle con los vecinos hasta los grandes conciertos. Literalmente los venezolanos ‘somos un show’, y todos se sienten con la potestad de opinar y de creer que ellos lo habrían hecho mejor…. Eso solo nos reta a convivir con exigencias mutantes hacia lo que hoy podemos definir como espectáculo, y éste siempre se va a definir como el arte de mimetizar la realidad en diversión”, señala Pérez, quien actualmente es el productor del concurso Miss Venezuela Intercontinental 2017 que se realizará el próximo 1 de diciembre, en Caracas, y que será transmitido por Televen el próximo domingo 3 de diciembre. De sus inicios, Pérez rememora su aproximación al mundo teatral. Allí inició su fascinación por crear, ilusionar, divertir y entretener: “A los 13 años, casi por ‘casualidad’ me inscribí en actividades complementarias en la escuela; una de ellas, teatro. La emoción de aquella primera función aún se mantiene al iniciar algún evento. Tuve mas adelante la responsabilidad de producir una obra con más de 60 actores en escena. En ese entonces, mi ego se sintió extraño al no estar delante sino detrás de escena. Una vez que se estrenó la pieza descubrí una satisfacción que aún está en mis placeres primarios… Allí nació el ‘Douglas Productor’”.
Desde 1997 comenzó a involucrarse con el mundo de la moda, dictando clases de teatro y expresión corporal a modelos. De allí, sus primeros pasos como productor en los certámenes de belleza y luego se expandió hasta ser el artífice en la colectiva de grandes diseñadores internacionales como Custo Barcelona y Roberto Cavalli; así como también con algunos talentos nacionales como Raenrra, Eduardo Kano, Octavio Vásquez, Carlos Benguigui, entre otros.
De las décadas pasadas, Pérez confiesa que extraña el compromiso “de hacer las cosas bien hechas”. “Quizás no tengamos muchos recursos pero con lo poco que hay podemos realizar maravillas. La mística y la ética se han deteriorado bastante. Ese es un reto con el que personalmente lucho a diario”, dice.
Sus 20 años de trayectoria artística los resume en una palabra: aprendizaje. “Un aprendizaje constante, sobre todo por lo prolífero que ha sido mi labor. No es fácil decir 20 años realizando la misma actividad, he hecho casi todo lo que he querido. La libertad de tomar decisiones creativas muchas veces pareciera que se agotan, pero siempre hay un ojo que sorprender”.
Asegura que muchos de los rostros de la farándula nacional, dieron sus primeros pasos a su lado y ese afecto se consolida con el pasar del tiempo. Así lo reafirman la amistad que sostiene con artistas como Mariangel Ruiz, Bárbara Sánchez, Francisco León, Daira Lambis, Osman Aray, Norkys Batista, Andreina Castro, Fanny Otati, y Leonardo Villalobos, por nombrar algunos.
Del anecdotario dice que existe “un ramillete de historias”. Sin embargo, sostiene que lo más difícil ha sido y será lidiar con los imprevistos; mientras que lo más satisfactorio para él está en ver realizado o superado las expectativas de lo que en principio se planificó. “Eso no tiene precio”.
Actualmente, junto a su socio Miguel Castro, dirige “Actitud Production”, una empresa que nació en 2002, tras los hechos ocurridos en el país para ese entonces, que ofrece todo lo relacionado a eventos de moda, corporativo o social y que involucra desde un mínimo de ocho personas o hasta 35 o 40 personas, dependiendo del caso. Así, da fuerza a otra de sus premisas que reza que la crisis también es sinónimo de oportunidad.
“No sé si soy el ultimo que apagará la luz, pero tengo la certeza que acá (en Venezuela) hay mucha luz por irradiar. Ojo, estoy muy consciente de la realidad actual pero repito, la crisis siempre será una oportunidad no un obstáculo, y el sentirme útil y generador de empleos en medio de caos laborales e inflación, me confirma que mi tarea está en ésta tierra de gracia”, concluyó.
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