Decenas de familias saudíes acudieron al cine este viernes por primera vez en casi 40 años, tras el levantamiento de la prohibición que pesaba sobre una forma de entretenimiento alguna vez calificada de corrupta y no islámica, reseñó Reuters.
Los boletos para la película estadounidense “Black Panther” salieron a la venta online a la medianoche a 75 riyales (20 dólares) y se agotaron en minutos. Excitados por una experiencia novedosa, el público no paraba de sacarse selfies en el ingreso al cine y hacia fila para comprar palomitas de maíz.
Las salas de cine fueron cerradas a comienzos de la década de 1980, cuando se las consideró contradictorias con una observación estricta del Islam.
Ahora están volviendo a la vida saudí gracias al impulso del príncipe heredero Mohammed bin Salman para abrir al país culturalmente y diversificar su economía. El príncipe ha suavizado otras restricciones sociales, entre ellas conciertos públicos y la posibilidad de que las mujeres conduzcan.
Antes de la película, el público vio un corto sobre la historia del cine, un extracto de una entrevista de la televisión estadounidense al príncipe Mohammed, y un aviso publicitario de Coca-Cola donde se veía a mujeres manejando.
La elección de la película no fue aleatoria. “Es la historia de un joven príncipe que transforma a una gran nación (…) Eso les sonará familiar”, dijo Adam Aron, presidente ejecutivo del operador AMC Entertainment Holding, en una exhibición privada el miércoles.
Dos escenas de besos parecían haber sido cortadas de la película.
Ha habido en aparente poca resistencia doméstica a cambios sociales que parecían impensables hace apenas un par de años, aunque el espacio para las críticas es estrictamente limitado.
Las protestas y los partidos políticos están prohibidos y los medios son controlados. Los poderes de la policía religiosa que otrora patrullaba las calles fueron limitados en 2016, y clérigos prominentes y activistas han sido arrestados en un supuesto intento por silenciar el disenso de los conservadores.
Para una población de más de 32 millones de personas -la mayoría de las cuales tiene menos de 30 años- las autoridades planean abrir unos 350 cines con más de 2.500 pantallas para 2030, que estiman podrían generar casi 1.000 millones de dólares en ventas anuales de boletos.
(1 dólar estadounidense = 3,7501 riyales)
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