No siempre el artista que populariza una canción es la mente creadora detrás de esa pieza musical. No es una queja o algo malo, de hecho es una oportunidad para los compositores que quizá no tienen intenciones de ser intérpretes populares o están más cómodos lejos del reflector.
Ese es el caso de Sia Furler, una de las mujeres que más composiciones ha escrito en el mundo del pop. Además de canciones como Elastic Heart y Chandelier, que ha incluido en sus álbumes, Sia ha creado temas para Christina Aguilera, Jessie J, Rita Ora, Giorgio Moroder, David Guetta y Beyoncé, entre otros.
Después de intentar encajar en el molde de estrella pop por años, decidió asumir una imagen anónima en tarima usando una peluca que cubre su rostro. Sigue componiendo para sí misma y para otros con un poco más de tranquilidad. Esa que le da el anonimato.
Tal y como ella ha sido una fuente de canciones para la industria, ese tipo de alianzas se dan todo el tiempo. Julia Michaels, una joven compositora del momento, ha hecho música para Justin Bieber y Selena Gomez. Ed Sheerantambién ha escrito para Bieber y One Direction. Harry Styles, exintegrante de dicha banda, compuso una para Ariana Grande, mientras para Beyoncé, además de Sia, han escrito Ne-Yo y Ryan Tedder. A Michael Jackson también le escribieron: R. Kelly fue quien creó You Are Not Alone.
Las conexiones son interminables y se desarrollan de muchas maneras. Se toman en cuenta temas como lo que recibe el compositor después de la publicación de la canción.
Sia, por ejemplo, recibe 50 por ciento de las ganancias que le lleguen a una canción que ella componga. No es un acuerdo común, pues usualmente el porcentaje se divide también entre los productores y demás compositores, pero ella ha afirmado que se lo ha ganado.
Formas de componer
Es difícil estandarizar un solo modo para componer música, más aún si la finalidad, desde un comienzo, es llevársela a otro.
“Hay canciones que ya tienen un color que uno sabe que pueden ir para algún artista, pero hay otras en las que llega la invitación y entonces uno trabaja a partir de lo que le evoca– cuenta el cantante dominicano Vicente García – . Por ejemplo, con Santiago Cruz, cuando compusimos Vida de mis Vidas, él ya tenía una parte de la canción y me pidió que hiciera la otra parte. Evidentemente empecé a proyectarlo en él, su energía y su identidad”.
Más allá de los sueños
Un compositor que apenas arranca su carrera puede querer dar a conocer sus creaciones, pero a veces es mejor hacerlo entregándole la pieza a alguien más, que ya lleva un recorrido.
Le sucedió a Manny Cruz, cantautor dominicano cuyo estilo musical es el pop con diversas variaciones. Cruz cantó en Rikarena, Aura e Ilegales, antes de lanzarse como solista con el álbum Sobrenatural (2018).
Se demoró casi dos años construyendo su primer álbum y en ese largo trayecto, una situación dolorosa lo hizo caer al fondo, “más abajo del fondo”, lo describe: no tenía mucho dinero, el disco no salía y tenía el corazón roto.
En una de esas noches largas se puso a componer una bachata. No sabe por qué le salió en ese género, tal vez se debe a su herencia dominicana. El resultado fue Deja Vu, que se popularizó gracias a una colaboración entre Prince Royce y Shakira.
La composición le llegó a Royce gracias a la intermediación de Daniel Santacruz,cantante y su hermano. Cuando Royce quería colaborar con la colombiana, Deja Vu fue la propuesta ganadora. El resto es historia: sonó en todos lados e incluso recibió una nominación al premio Latin Grammy en 2017 como Mejor Canción Tropical.
“Me siento sumamente agradecido, ¿quién me diría que estas dos mega estrellas grabarían mi canción? Uno siempre sueña en grande, pero cuando este tipo de cosas pasan uno se queda pasmado, no sabe qué está pasando”.
A él, como a tantos otros que viven esa experiencias por primera vez, aún les parece extraño llegar a un bar y escuchar a decenas de personas coreando un sencillo que nació en un breve instante de inspiración.
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