La fama que vive Ricardo Montaner es producto de sacrificio y una vida marcada por duros momentos.
Y es que aunque sea imposible de creer, este intérprete argentino de exitosos temas como ‘Bésame’ ha tenido que librar duras batallas en torno a su aceptación y aspecto. Luchó con complejos que tenía por su aspecto físico, y maltratos durante su niñez.
Confesiones. En una entrevista extendida con el programa Ventaneando (TV Azteca), Montaner confesó que en una etapa de su vida se sentía realmente feo.
“Yo tenía mucho complejo de feo por todo el bullying que recibí. En aquella época, cuando yo era pequeño, más o menos en 1965, no le hacían caso los padres a este tema. Y en mi caso yo era un gordito bastante maltratado en la escuela por mis compañeros y eso dolía. ‘Gordito’ era lo más chévere que me decían”, informó el artista.
Y fue por esta situación que la estrella prefería esconderse, y trataba de desarrollar su talento musical haciendo uso de instrumentos que no expusieran su aspecto físico.
El intérprete de ‘La cima del cielo’ confesó que prefería tocar la batería que la guitarra, para estar siempre escondido, porque no quería que nadie lo viera.
Su despertar. Sin embargo, la vida le daría un vuelco y descubrió que los escenarios eran la mejor forma de superar sus dolorosos complejos.
“Un día cantando en la iglesia, un compañero que cantaba adelante se enferma de paperas. Era la misa de once y no había quién cantara”, relató. “Canté, y en medio de mi cantada veo a dos niñas, enfrente, mirándome con simpatía, mientras yo cantaba. Allí me di cuenta de que la música embellece a la gente. Y ahí empecé a perder el complejo”, contó.
Luego de esa experiencia, Ricardo Montaner logró tener la seguridad necesaria y jamás se volvió a bajar de un escenario. Ahora, goza de una sólida y longeva carrera como cantante; además, de una feliz vida personal.
Ricardo Montaner estuvo casado con Ana Vaz, con quien tuvo sus dos primeros hijos: Alejandro Manuel y Héctor Eduardo.
Años después de su divorcio con Ana, conoció a la cineasta caraqueña Marlene Rodríguez, con la que se casó en 1989 y sigue en la actualidad. De este matrimonio nacieron sus hijos Ricardo Andrés, Mauricio Sebastián y Evaluna.
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