Descendiente de una familia de aristócratas donostiarras, se convirtió en un juguete roto antes de tiempo.
La actriz Paz de la Huerta ha sido la última en denunciar que fue violada por el productor de cine Harvey Weinstein. Con ella son ya 94 mujeres las que acusan al magnate de Hollywood de conductas inapropiadas y 14 directamente de violación. Investigado por las policías de Nueva York y Los Ángeles y retirado en una clínica de rehabilitación, Weinstein ha expresado a través de un portavoz que mantuvo relaciones sexuales con la actriz y fueron de mutuo acuerdo. Sin embargo, el relato que De la Huerta ha compartido con Vanity Fair continúa el esquema y patrón de comportamiento que otras mujeres antes que ella han descrito.
Más conocida por su papel de amante del gangster interpretado por Steve Buscemi en la serie de HBO Boardwalk Empire, Paz de la Huerta se convirtió a finales de la década pasada en una de de las nuevas actrices del momento. Su sensualidad espectacular y desafiante unida a una actitud desinhibida y salvaje hicieron pensar que podíamos estar ante el equivalente cinematográfico de Amy Winehouse. Protagonizar Enter the Void (2009), del cineasta de culto Gaspar Noé, no hizo más que propulsar esa imagen de la actriz, pronto se convirtió en icono de estilo en las revistas de moda y tendencias.
Criada junto a su hermana por su madre. una experta en la situación de la mujer en el tercer mundo y planificación familiar, el hecho de que su padre fuera un donostiarra cuya familia ha ostentado el Ducado de Mandas y Villanueva le confirió un punto más de excentricidad a una mujer que ya de por sí desde sus primeras entrevistas mostró tener una personalidad especial. Había estudiado en colegios privados de Nueva York como St Anne´s School, comenzó a dar sus primeros pasos profesionales como modelo siendo una adolescente y prácticamente al mismo tiempo debutó en el cine. Su primer papel relevante lo consiguió en 1999 a los 14 años, junto a Michael Caine, Tobey Maguire y Charlize Theron. La película se titulaba Las normas de la casa de la sidra. El estudio que produjo la película era Miramax, propiedad de los hermanos Boy y Harvey Weinstein. Ahí es cuando conoció al hombre que asegura que la violó dos veces en su apartamento neoyorquino entre principios de noviembre y finales de diciembre de 2010.
En la época en la que se produjeron, Paz de la Huerta estaba en la cima de su carrera. Acababa de protagonizar Enter the Void, Martin Scorsese le había dado un papel importante en su serie para HBO y el mundo había aprendido a pronunciar su nombre. No había pasado inadvertida para Weinstein, que llevaba entonces unos cuantos años enviándole noticias de proyectos en los que podría contar con ella. Cuando esa noche de noviembre de 2010 la actriz coincidió con él en una fiesta se acercó para saludarle. Ella había bebido y él se ofreció a acompañarla a su casa para asegurarse de que llegaba bien. "En cuanto entramos empezó a besarme, me empujó contra la cama, se bajó los pantalones y me levantó la falda. Me asusté, no fue consensuado, ocurrió muy rápido. Entró dentro de mí. Y cuando terminó me dijo que me llamaría. Yo tan solo me quedé tumbada, en estado de shock", explicó ayer De la Huerta a Vanity Fair sobre esa primera violación.
El episodio se repetiría de nuevo en el mismo escenario a finales de diciembre. Weinstein había estado llamándole insistentemente pero De la Huerta le dejó claro que no quería nada con él. El productor se presentó en la entrada del edificio de apartamentos e insistió en que le dejara subir a su casa para hablar tranquilamente. La actriz venía de una sesión de fotos y había estado bebiendo mucho. “No estaba en condiciones y tenía miedo", ha recordado. Cuando quiso reaccionar estaban arriba y Weinstein ya había comenzado a abusar de ella. "Me negué, le dije que no quería hacerlo. El siguió embistiéndome y fue asqueroso. Es como un cerdo… Me violó”. Antes de abandonar su casa, con De la Huerta tirada y aturdida él le dijo: "Te meteré en una película". "Se fue y nunca más supe de él. Sabía que había hecho algo que estaba mal".
En los últimos años Paz de la Huerta se había convertido entre los comentaristas cinematográficos en un ejemplo de cómo una prometedora carrera se podía ir al traste. La opinión más extendida era que los excesos de la actriz, a la que los medios mostraron en numerosas ocasiones bajo los efectos del alcohol o saliendo de fiestas en pésimas condiciones, habían sido determinantes. Su salida de los Globos de Oro de 2011, en los que Boardwalk Empire obtuvo el premio al mejor reparto de serie dramática, le convirtió en protagonista involuntaria de la noche. Cambia mucho la forma de ver ese vídeo ahora se sabe que apenas dos semanas antes había sido violada por segunda vez en su propio apartamento por uno de los hombres más poderosos de la industria.
Poco tiempo después, fruto de su inestabilidad e incapacidad para cumplir con sus obligaciones contractuales, los responsables de la serie prescindieron de ella y comenzó una espiral autodestructiva en lo personal y profesional. Desde entonces sólo se la pudo ver en producciones independientes de dudosa calidad –su pertil en Rotten Tomatoes lo certifica– y en apariciones públicas que hacían añorar a una actriz que había deslumbrado con su actitud y presencia. Incluso su última aparición en una película relevante este año fue completamente accidental. Fue en My Scientiology Movie, el documental en el que Louis Theroux investigó las conexiones e implicaciones de esta iglesia en Hollywood. En bikini y algo desorientada, llamaba a la puerta donde estaba teniendo lugar una entrevista con una persona expulsada de esta organización. Creía que la estaban filmando a ella sin su permiso. "Soy actriz, he hecho 45 películas en frances y español", aseguraba. Estaba en la capital mundial del cine, en Los Ángeles, pero ninguno de los que allí estaban grabando sabían quién era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario