La enuresis o incontinencia urinaria infantil es la emisión involuntaria y persistente de orina durante el día, la noche o ambas. De acuerdo con especialistas británicos¹, este padecimiento tiene una frecuencia alta entre la población infantil y algunas veces se elimina espontáneamente y otras, se requiere una intervención psicológica o médica.
Existen dos tipos de enuresis y se clasifica en base al tiempo de evolución: la enuresis primaria, aquella que persiste desde el nacimiento; y la enuresis secundaria, la que aparece después de un periodo de continencia urinaria, es decir, cuando el niño ya logró controlar las emisiones de orina durante un tiempo de seis meses y después vuelve a perder dicho control.
Hay tres momentos de ocurrencia: nocturna, diurna y mixta (día y noche) y, a su vez, la enuresis nocturna y diurna puede ser monosintomática (durante el sueño) y no monosomática (durante el periodo en el que se está despierto).
Pero ¿Cuáles son las principales causas?
- Cuando los niños llegan a estresarse, angustiarse o mostrarse ansiosos por situaciones como cambio de casa, muerte de un familiar, nacimiento de un hermano, separación de los padres, etcétera, pueden llegar a ocurrir las llamadas “regresiones”, es decir que estando en una etapa en específico pueden regresar a adoptar conductas que son propias de una etapa anterior.
Es importante tener presente que los periodos de regresión suelen ser transitorios y no suelen prolongarse demasiado si es derivado de este tipo de situaciones de cambio en la vida de los niños.
- Las infecciones urinarias pueden llegar a provocar accidentes frecuentes. Una complicación física en el desarrollo, maduración lenta, vejiga pequeña o débil también pueden ser factores que contribuyan a la enuresis. Sabemos que puede resultar particularmente frustrante que el niño moje reiteradamente la cama o la ropa después de que ya había logrado el control de esfínteres, sin embargo, la mejor manera de afrontar esta situación de este tipo consiste en adoptar una actitud positiva, procurando comprender por qué ocurre.
- Algunos niños pueden llegar a presentar una deficiencia en la hormona antidiurética (HAD), que reduce la cantidad de orina producida durante la noche, lo que provocaría que no lograra mantenerse seco.
- El sueño profundo puede llegar a ser también un factor por el que algunos niños no logran despertar para ir al baño por ello, es importante trabajar en relacionar el despertarse con ir al baño, ya que esto puede ayudar a mejorar la enuresis.
- En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñoz”, señala que los niños son más propensos a padecer enuresis cuando uno de sus padres o los dos también la padecieron en su infancia. Si ambos padres sufrieron de enuresis existe un 77% de probabilidad de que su hijo la presente. Si solamente un padre la presentó, la probabilidad es del 44%. Decirle a tu hijo que tú también tuviste este problema de niño puede ayudar a que se sienta comprendido y relajado, así como confiado en que solucionarán esto juntos.
Como se ha explicado anteriormente, la enuresis entonces puede tener diferentes causas como son alteraciones urológicas, neurológicas (orgánica) o psicológicas (funcional) hablando en general, es por eso por lo que es importante indagar cuál es la causa para dar el tratamiento adecuado.
Como padres, ¿Cómo debemos apoyar a nuestro pequeño?
Los niños con enuresis pueden sufrir burlas, desaprobación de sus papás, así como presentar alto riesgo de abuso emocional y físico. Por ello, la Dra. Andrea Díaz, psicóloga y especialista , te aconseja los siguientes tips para ayudar a tratar esta condición:
- Consulta al médico si tu hijo ha comenzado a mojar la cama después de un periodo de permanecer seco para descartar alguna infección en el tracto urinario. Toma en cuenta los siguientes síntomas: fiebre, dolor abdominal, orinar con más frecuencia que de costumbre, dolor durante la micción o sangre en la orina.
- Sé paciente y procura indagar con tu hijo, creando un ambiente en donde se sienta recibido para hablar de lo que le preocupa, estresa o angustia. Ten como finalidad el indagar antes que nada si hay alguna otra situación de alarma que se deba atender.
Por ejemplo, si además de la enuresis, tu hijo está pasando por una situación emocional importante, puede tener otros síntomas como dejar de jugar, cambios drásticos de humor, cambio de amigos, aislamiento y agresividad con ellos mismos o con otros.
- Despertarlo siempre a la misma hora para ir al baño (No llevarlo dormido al baño). El presionarlo, regañarlo, evidenciarlo y castigarlo sólo empeorará las cosas y generarán más estrés en tu hijo, lo cual no ayudará en el tratamiento de la enuresis ni en el proceso de indagar que sucede. Recuerda no es que no quiera ir despertarse para ir al baño en las noches, es que no puede. Lo mismo si moja su ropa durante el día.
- Sistema de alarma o sensor que se coloca debajo de la sábana o en el calzón y despierta al niño cuando se orina, aprendiendo de este modo a asociar la necesidad de despertarse con hacer pipí.
- Medicación: Generalmente es combinado con otro tipo de tratamiento para que el niño trabaje la causa y no solamente el síntoma. Se usa sobre todo cuando el niño tiene una deficiencia en la hormona antidiurética.
- Estampas, tableros de metas sirven también con los niños, sobre todo para motivarlos y trabajar la enuresis desde un enfoque positivo y de apoyo, que por lo que se menciona anteriormente es básico.
- La terapia psicológica o terapia de juego pueden ser opciones también para indagar un poco más sobre los temas que angustian al niño, sobre todo si no son tan evidentes para los padres.
- Utilizar la técnica de Kimmel que consiste en dejar salir y contraer el esfínter mientras se hace pipí. De esta forma, el pequeño continúa practicando de una forma lúdica y más amigable.
- Existen calzoncitos que se pueden utilizer para minimizer el daño emocional y físico causado por la enuresis, es recommendable usarlos.
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