Tomarse fotografías con los fanáticos es una parte del trabajo de los famosos, pero no todos están de acuerdo con eso.
El actor Jim Carrey, por ejemplo, se niega a retratarse con sus leales seguidores, mientras que su colega Keanu Reeves no toca a las mujeres en las fotos para evitar cualquier situación incómoda.
“No espero complacer a todo el mundo. No soy desagradable con la gente, pero me gusta más saludarla e interesarme por la otra persona”, confesó Carrey, de 57 años, durante una entrevista con el sitio especializado The Hollywood Reporter.
¿Pero cuál es su problema con los selfies? “Detienen la vida”, opina Carrey. “Haces un gesto y luego se sube a redes sociales como Instagram, para dar a las personas una falsa sensación de relevancia”, añade.
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