Ni la mala suerte ni el paso del tiempo ha conseguido que Gloria Trevi pierda su garra. A sus 47 años, sigue mostrándose exuberante -gana en persona- y apasionada. Tanto que la mexicana ha llamado a su nuevo disco 'El amor', un trabajo editado por Universal, con el que repasa las distintas etapas de una relación y versiona éxitos de grandes intérpretes masculinos, como Raphael, Roberto Carlos y Camilo Sesto. Con motivo de la publicación de este álbum, Gloria habla con LOC de su matrimonio con Armando Gómez, con quien ha tenido tres hijos. También recuerda los duros momentos que le tocó vivir cuando le acusaron de abusos sexuales junto al que era su marido y representante, Sergio Andrade. La artista pasó varios años en la cárcel, aunque la justicia de su país terminó dándole la razón.
- ¿Por qué el título de 'El amor' para este trabajo?
- He querido ponerle huevos con este nombre. Para mí el amor es una palabra casi tan fuerte como Dios. Es el motivo por el que existe el universo, todos nosotros.
- ¿Cómo vive el amor una mujer de 47 años como usted?
- De 'nanana' y siete años (se ríe). Lo vivo muy apasionadamente, gracias a Dios. Estoy felizmente casada desde hace ocho años. Mi marido y yo llevamos un total de 11 años.
- ¿Le resulta fácil mantener esa llama?
- No te creas. Cuando hacía este disco, me di cuenta de que pasábamos por una crisis. A veces, estamos trabajando tanto y metidos en la rutina... A él se le había olvidado decirme lo que siente y yo necesitaba escucharlo, porque los hombres se creen que las mujeres somos adivinas. Creo que los hombres también necesitan escuchar "te quiero", ¿no?
- Precisamente, en este 2015 cumple 30 años de sus comienzos en la música, con el grupo Boquitas Pintadas. Ha vendido 30 millones de discos, que se dice pronto.
- ¡Yo no llevo la cuenta de esos años! ¿Sabes qué? Gracias a Dios, no vivo de mis viejas glorias. No vengo a cantarte una nueva versión de 'Doctor psiquiatra', de 'Pelo suelto'... Lo hago en el concierto, pero ofrezco material nuevo. De hecho, ya estoy preparando mi próximo disco inédito.
- En sus inicios, llamó mucho la atención con esos calendarios tan explosivos.
- Fue una etapa con mucha ternura. Yo era muy inocente. Sigo siendo muy idealista, pero me he hecho 'perruchis'... Como cabrona (se ríe).
- No reniega del pasado. Es más, ha seguido posando desnuda.
- No me voy a arrepentir porque todo lo he hecho con amor. Si ya no lo hago, es por no repetir mis fórmulas.
- Por aquella actitud transgresora, fue muy criticada por sectores conservadores. Usted, que se considera religiosa, ¿cómo recibió esos comentarios? ¿Los entiende ahora?
- No los entiendo, pero lo vivo con bastante paciencia. Considero que a las personas que critican o juzgan les falta experiencia. Yo alguna vez fui como Doña Pudor y criticaba a los demás. Ahí soñaba que me iba a casar virgen y, cuando veía a una muchacha besándose con su novio en la esquina, decía que era una puta. Pero cuando conocí el amor, pensé: "Ay, qué bueno. Y no soy puta" (se ríe). ¿O sí? (echa una carcajada). No, no lo soy.
- Continúa siendo muy religiosa.
- Sí, pero yo tengo una diferencia. Hay gente que se cuida del qué dirán y no tiene valores. Les importa las apariencias y otras personas tienen valores, aunque en las fachadas les vaya mal. Por ejemplo, está la familia impecable cuya hija se embaraza y la hacen abortar para que nadie se entere. Esos son 'maravillosos' porque nadie supo nada. Luego está la familia que ayuda a su hija embarazada a tener el niño... Pero esos son unos cualquiera porque su hija es madre soltera. Yo no estoy de acuerdo con eso. Para mí los segundos son mejores que los primeros, que son asesinos... Bueno, no me gusta juzgar. Pero son hipócritas.
- Siempre ha tenido fe. Incluso cuando le acusaron de abusos sexuales a menores, aunque finalmente salió inocente.
- Hubo un juicio en mi país y salí absuelta. Gracias a Dios. En este momento, no por venganza sino por defensa, tengo demandadas en Estados Unidos a las personas que me difamaron y me calumniaron.
- ¿Cómo afrontó aquellas inculpaciones en lo más alto de su carrera?
- Fue horrible. Imagínate el día que mis hijos me preguntaron por qué estuve en la cárcel... Yo les respondí que dijeron de mí lo peor que se puede decir de un ser humano. Pero Dios quería que así fuera y tengo la responsabilidad bien bonita.
- ¿Piensa que Dios lo quiso así?
- Claro. Él confió en mí.
- ¿Sus hijos conocen toda la historia?
- Ellos conocen todo, todo.
- Lo que nos se entiende es por qué huyó a Brasil en un principio...
- No huí. Eso fue lo que manejaron. Tendré que hacer una serie de mi vida, porque una película no es suficiente, pero yo salí del México con mi pasaporte y con mi visa. Cuando dijeron que me estaba buscando la Interpol, pensé: "¡Qué ineptos! Si entré [a Brasil] con mi visa y tenía mis sellos...".
- Quien sí parece ser culpable de todo es su representante.
- A él que le juzgue Dios. Afortunadamente, está fuera de mi vida. Antes yo tenía un grave problema: soy leal, fiel, idealista... He aprendido a no dejar de serlo, pero con las personas que se lo merecen.
- Encima, en la cárcel fue abusada sexualmente. Según contó, le intentaron violar miembros de la prisión.
- Si sabes la historia, es mucho más que una situación así. En la celda de al lado, estaba uno de los narcotraficantes más fuertes de Brasil y Colombia. Sí hubo un acoso de la gente de la cárcel, pero yo no podía hablar. Ni para bien o para mal. Si el preso de al lado decía que me callaba, yo tenía que hacerlo.
- Pasaría mucho miedo.
- Un día me asusté mucho. Un día abrieron la celda para hacerme algo, pero los otros presos actuaron al contrario... Me defendieron.
- ¿Cómo vivió su familia aquellos días?
- Muy fuerte. Imagínatelo, que se quedaron sin nada... Pero Dios lo devolvió todo por siete veces.
- Ahora que pide responsabilidades por todo lo que sucedió, ¿confía en la justicia?
- Sí, pero fíjate que confío más en la piedad de Dios. Lo que a mí me gustaría es que las personas que me implicaron en cosas tan horribles... Ojalá lo reconocieran públicamente y se disculparan. Nunca nadie se justificó.
- Su vida da para una película y hasta para un culebrón. Precisamente, la modelo española Eugenia Silva quiere hacer un 'biopic' suyo, llevar su vida al cine a través de su productora, Braven Films. ¿Está usted al tanto?
- Si lo están haciendo sin que yo les cuente mi vida, no saben nada (se ríe).
- De su país, México, últimamente llegan nos noticias relacionadas con la violencia, la guerrilla y, por parte de la familia del presidente Peña Nieto, la frivolidad. Como ciudadana, ¿qué opina?
- No creo que la frivolidad de las personas del Gobierno sea exclusiva de un solo gobierno. Es algo que se viene arrastrando de muchos sexenios atrás y hubo otros bastante peores. Mis palabras no son una defensa. Al contrario. Todos los mexicanos queremos algo bueno ya. Yo ya no creo que ese cambio me lo vaya a dar ningún partido, sino la verdadera sociedad.
- Me refería a que la familia de Peña Nieto causó polémica posando en la portada de la edición azteca de 'Hola'. Aquí, en España, eso es impensable.
- Pueden salir donde quieran o enseñar sus casas. Yo lo único que quiero es que enseñen la deficiencia que hay por ejemplo en el sistema de salud de México. Estoy horrorizada con la selección que hacen. El que está más enfermo no recibe tratamiento, porque no les alcanza. Eligen quien se muere y quien no. Yo viví en mi propia carne la deficiencia en el campo de la justicia y me ha tocado ver la deficiencia en la parte de la educación. Quieren hacer exámenes a los maestros... ¿Por qué no controlan a los policías? Yo sigo viendo al panzón echándose su 'chela' -cerveza- en su hora de trabajo. Yo me he quedado escéptica.
- Una última pregunta. Le han intentado atacar por su exuberancia y con la justicia, pero, ¿de qué se siente culpable de verdad?
- De hacer un disco muy chingón como el amor. De eso soy la más culpable (se ríe).
- Fuente: http://www.elmundo.es/
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