domingo, 21 de enero de 2018

''Recuérdame', canción de amor

Los autores del tema de Coco dijeron a Excélsior que para inspirarse tuvieron que escuchar a figuras como Javier Solís, Lola Beltrán y Jorge Negrete

Hace apenas unos años el gran sueño de los com­positores estadunidenses Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez era traba­jar alguna vez para Disney- Pixar, sin imaginar que unos años después esa compañía de animación cambiaría su vida, primero con Frozen, que les mereció en 2014 el Oscar por el tema Libre soy (Let it go) y poco después por Coco, cuya canción Recuérdame (Re­member Me) los tiene como los grandes favoritos para la entrega de este año.
Lo que pocos saben es que antes de ser invitados a Frozen, la dupla realizó las composicio­nes para la ver­sión musical de Buscando a Nemo, en la que el director Lee Unkrich descu­brió su talento musical y no dudó en encargarles los temas originales de Coco, que entonces se encontraba en proceso de preproducción.
“Cuando Lee nos contó la historia de Coco, estábamos salivando para encontrar la can­ción correcta para esta hermosa y emocional idea.
Fue algo tan fuerte que nos hizo llorar solamente de pensar­lo”, recordó Robert, quien, junto con su esposa Kristen, comenzó el proyecto musical en septiem­bre de 2011, incluso antes de ser contratados para Frozen, lo que ocurrió en diciembre de ese mis­mo año.
En ese momento, ambos te­nían cierta conexión con la cul­tura mexicana, que durante el proceso creció a tal punto, que ahora su familia coloca cada oc­tubre una ofrenda en honor a sus seres queridos fallecidos.
“Siempre he sido una gran admiradora del arte folclórico mexicano. A los 23 años viajé a la Ciudad de México y regresé con un cargamento de soles de barro pintados a mano que puse en mi pared con esos colores vívidos y brillantes.
Por eso para mí resultaba tan emocionante trabajar con una historia que era igual de vívida, que celebraba esta fecha tan im­portante en la que hay una fiesta para los que ya no están, y lo que buscaba era traer esos colores y esa emotividad a nuestra músi­ca”, señala en entrevista telefóni­ca desde su casa en Nueva York.
Lee Unkrich fue muy pre­ciso con las necesida­des emocionales del tema central de su pe­lícula, como la melancolía de una canción de cuna, y la nostalgia de la ausencia paterna, pues aparecería en el momento cumbre de Coco.
Nos pidió una canción que funcionara en dos aspectos: que tuviera una profundidad emo­cional y que tuviera el sentimien­to del amor de un padre hacia un hijo cuando sabe que tiene que irse lejos para trabajar”, deta­lla Kristen, quien para su fortu­na conocía a la perfección esa situación.
Y es que en ese momento, los hijos de la pareja tenían dos y seis años de edad, así es que la invi­tación encajaba de manera ideal en muchos de los sentimientos que experimentaban cada vez que tenían que volar a Los Án­geles para cumplir compromisos laborales.
También entendíamos muy bien el poder de una canción de cuna para tus hijos, una que ellos pudieran cantar en las noches para sentir que su mamá esta­ba ahí. Y eso es lo que puse en la palabras”, precisa la coautora del tema que ya ganó un Globo de Oro de la Prensa Extranjera de Hollywood.
Pero además de eso, la mi­sión exigía un complejo proceso de investigación prácticamen­te antropológico, lo que implicó sumergirse en la música de in­térpretes como Javier Solís, Jorge Negrete, Lola Bel­trán y Pedro Infante, así como in­terminables horas de conversa­ción entre ambos compositores para estar en “la misma sintonía”.
Hablamos muchísimo sobre el momento en el que la canción aparecería en la película y todo lo que tenía que representar”, apunta Robert, quien, cuando después de meses de documen­tación empezó a componer, sa­bía que “todo ya estaba ahí”.
“Puse todo eso en mi cabeza y empecé a tocar, y fuimos muy afortunados de que surgió.
“Simplemente me senté en el piano y la melodía salió.
“En ese sentido fue muy sen­cillo, pero viene de mucho traba­jo, muchas charlas, de imaginar muchas cosas juntos.
Poco después entregaron la pieza a los realizadores que esta­ban en medio de la producción, y entonces Kristen y Robert vie­ron nuevamente cómo la magia sucedió entre su creación y los bocetos, las animaciones más simples y finalmente, la versión final de la película.
No hay nada como escuchar tu canción dentro de una película y después ver la versión final con nuestra familia y amigos, fue algo simplemente mágico. Un regalo”, dice Kristen aún emocionada.
Robert afirmó que la primera vez que sintió alivio fue al escu­char Recuérdame, con diferentes arreglos, a lo largo de la cin­ta; y luego, al reci­bir nominaciones a su trabajo como la de los Globos de Oro.
“Las nominaciones nos aliviaron porque significaba que no lo hicimos mal, es que es algo que valoramos mu­chísimo porque ése era nues­tro más grande miedo”, precisa antes de hablar de la presión que también sentía a pesar de que su talento también ha sido reconocido en obras de teatro como El libro de los mormones Avenida Q.
“En la película, Recuér­dame es la cancion más famosa de México y no quería meter la pata.
Creo que fun­ciona porque se siente íntima en una parte, luego muy emocional, pero también muy llamativa cuando (Ernes­to) De la Cruz la canta fuerte con su estilo ranchero”, explicó.
Después de ese momento, lo demás ha sido disfrutar y dejarse sorprender por los logros conseguidos por Coco.
“La orquestación realizada con algunos de los mejores mú­sicos de México que se grabó en la Ciudad de México fue fabu­losa. Le dieron una vida de una manera tan hermosa que nunca jamás hubiéramos esperado.
“Así como las versio­nes de Carlos Rivera y Natalia Lafourcade, quien canta la ver­sión de solo con guitarra, así como el dueto con Miguel.
“La de Carlos Rivera fue una gran sorpresa, porque no sabía­mos quién estaría a cargo y creo que es la versión favorita de Boby, porque lo he escuchado varias veces cantando alrededor de la casa ‘¡Recuérdame!’”, bro­mea Kristen, mientras que Ro­bert comparte a quien le dedicó el ahora popular tema.
“Mi mamá falleció en agos­to del año pasado y desde oc­tubre ponemos una ofrenda de Día de Muertos en nuestra casa, es más, no sé si estoy autorizado para hacerlo, pero nos hizo más llevadera su ausencia, porque la trajo de vuelta, como si estuvie­ra allí.
“Por eso esta canción es para ella.”
En el comedor de esa mis­ma casa también se encuentra su Oscar, con un suéter bor­dado, en espera de que el 4 de marzo se anuncie en la gala 90 de los Premios de la Aca­demia que tendrá una nueva y dorada compañía.

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